Cuando ya anochecía, sus discípulos bajaron al lago y subieron a una barca, y comenzaron a cruzar el lago en dirección a Capernaum. Para entonces ya había oscurecido, y Jesús todavía no se les había unido. Por causa del fuerte viento que soplaba, el lago estaba picado. Habrían remado unos cinco o seis kilómetros cuando vieron que Jesús se acercaba a la barca , caminando sobre el agua, y se asustaron. Pero él les dijo: No tengan miedo, que soy yo.

Evangelio de Juan 6:16-20

Este es un relato muy interesante y sorprendente, Jesús el Hijo de Dios caminando sobre las aguas del lago de Galilea en medio de la oscuridad, ningún ser humano ha podido hacerlo, en el Mar Salado tú puedes flotar sin hundirte por la mucha sal que contiene, yo lo hice, pero eso de caminar sobre el agua en donde sea no es posible para nosotros, por eso es sorprendente, milagroso, cuando Jesús lo hizo ante la mirada atónita de sus discípulos que remaban la barca con dificultad porque el mucho viento les era contrario para llegar al otro lado del lago para ir a su ciudad.

En el Evangelio de Mateo, uno de estos discípulos exclamó: “es un fantasma”, y todos tuvieron miedo. Jesús exclamó: Yo Soy, no tengan miedo. Jesús se subió a la barca y todo fue calma, el viento cesó y los discípulos nerviosos tuvieron tranquilidad.

Cuando Jesús viene a la vida tormentosa de una persona, sucede el milagro, para que suceda la persona debe recibirlo como su Salvador, porque Jesús produce paz, seguridad, gozo y gran satisfacción. La vida es semejante a un mar tempestuoso que todos navegamos por el, hay momentos en que nos hundimos, no tenemos seguridad, tenemos miedo de la situación que encaramos, posiblemente, una enfermedad difícil; un problema financiero que no podemos resolver y provoca preocupación excesiva por lo difícil que es; o posiblemente un problema de familia que no es posible resolver, en fin, hay otros problemas en los que cada uno de nosotros tiene que enfrentar a pesar de lo difícil, pero no hay respuesta o salida y nos sentimos temerosos, preocupados y sin paz. Si buscamos a Cristo Jesus él nos dice: “Yo Soy, no tengas miedo.” Al recibirlo en nuestra vida nos ayudará ante esa situación, primeramente nos quitará el temor y nos dará su paz, posteriormente nos dará sabiduría para poder encontrar una solución, nos ayudará, porque no hay nada imposible para él. Por lo tanto, te aconsejo que lo busques y lo invites a venir a ti. ¡Hazlo pronto!

Lee Juan 6:16-21