Muchos creyentes, al nacer espiritualmente por la obra del Espíritu Santo al confiar en el sacrificio de Cristo, llegamos a memorizar ciertas citas bíblicas que impactan nuestra mente y nuestro ser espiritual, un ejemplo es esta: “Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia.” Evangelio de Juan 10:10.
El ser humano tiene una existencia relativamente breve. Para algunos una vida intranquila, desesperante y angustiosa por situaciones que enfrentan, sin ninguna explicación se suicidan. Otros viven sin propósito, no encuentran la razón de su existencia y al morir se pierden en la oscuridad de la eternidad. A otros la muerte física casi no les importa y tampoco el morir, donde todo termina porque del otro lado no hay otra existencia.
Henry David Thoreau, (1817-1862) se auto designó y fue un observador de la humanidad. En sus resultados expresó: “La mayoría de las personas tiene poco o ningún control sobre sus vidas y se sienten desesperadas.” Thoreau se fue a vivir solo tres años a los bosques de Walden Dond en Massachusetts, Norteamérica, él no deseaba como la mayoría de la gente tener una vida sin sentido y significado. En 1854 publicó un diario sobre su experiencia, bajo el título “Walden”. Este libro se convirtió en uno de los clásicos de Norteamérica. El dice, “me fui al bosque porque deseaba vivir deliberadamente, afrontar solo las verdades esenciales de la vida, y ver si podía aprender lo que tenía que enseñar a otros. Y no, cuando llegará la muerte descubrir que no había vivido con propósito. No quería vivir lo que no era la vida, porque vivir es maravilloso.”
Jesús de Nazaret dijo a la gente que lo escuchaba: “Yo les doy vida eterna, y nunca morirán, ni nadie podrá arrebatarlos de mi mano.” Evangelio de Juan 10:28; “. . . Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (10:10). “Sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida” (5:40). Jesús ofrece vida victoriosa en este mundo, de contentamiento y vida eterna con Dios cuando muramos físicamente. ¡Vive antes de morir! Eso dijo Henry David Thoreau y Saulo de Tarso o Pablo: “Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia” (Carta a los Filipenses 1:21).
Lee Juan 10:9-10