3- El es el Cristo que nos hace partícipes de la naturaleza divina. Nuevamente aquí el apóstol Pedro está usando una expresión que los pensadores paganos conocían bien. Estos hablaban de la participación de la naturaleza divina, consideraban al hombre esencialmente divino. Lo que tenía que hacer era vivir conforme a esa naturaleza divina que ya estaba en él. El problema es que el hombre lo contradice totalmente con sus acciones, actitudes y aberraciones. Con el odio que trae violencia, sus fracasos morales, la corrupción y su codicia de poder. Lo que sí ofrece Cristo es compartir con nosotros su naturaleza divina a pesar de nuestras imperfecciones. “ Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” Juan 10:10. Como dijera uno de los padres de la iglesia respecto a Cristo: “Él se hizo lo que nosotros somos para hacernos a nosotros lo que Él es.” Tenemos la naturaleza de Dios, pero solamente en Su Hijo, Él es nuestro hermano y modelo.

Nuestro presente como seguidores de Cristo es importante si estamos viviendo en Él. Pero nuestro futuro debe superar nuestro presente, continuar hacia adelante viviendo la abundancia de su vida que nos ha prometido. Sobre todo, que el presente es malo por donde quiera que se le vea. Y el futuro con Él es posible vivirlo de manera victoriosa.

Lee 1 Pedro 1:3-9