UNA REUNIÓN DE ORACIÓN ES DONDE NOS DAMOS CUENTA DE LAS BENDICIONES RECIBIDAS

Dios hace mucho por nosotros. Estás consciente de eso. No seamos indiferentes, seamos agradecidos en lo poco o en lo mucho que nos da. Dios nos da un nombre nuevo, como lo hizo con Jacob, “ya no te llamarás así, tu nombre será Israel: príncipe de Dios que lucha con Dios (27-28). Era una nueva persona con un nuevo carácter y a nosotros se nos dió el derecho, el privilegio de ser llamados “hijos de Dios”, eso lo dijo Cristo Jesús (Juan 1:12), somos una nueva persona, con una nueva naturaleza y con un nuevo nombre, Apocalipsis 2:17 dice: “Al que salga vencedor le daré del maná escondido, y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que solo conoce el que lo recibe”. Imagínate tenemos la posibilidad de tener un nuevo nombre. Tu puedes recibir el título de hijo o hija de Dios, si acudes a Él por medio de su Hijo Jesucristo.

Dios nos da un nuevo día. Pasó la noche y salió el sol, Jacob soltó al ángel porque el Angel lo lastimó en la cadera, su cadera se dislocó, sufriendo una cojera para toda la vida (25). Nunca olvidó Jacob su encuentro con Dios. Dios nos da un recordatorio duradero. ¿Cuál es tu recuerdo que tienes de tu primer encuentro con Dios, cuando alguien compartió contigo de Cristo y lo recibiste como tu Salvador, cuando te bautizaron u otra experiencia? Mi recuerdo de ese encuentro es muy difícil de olvidar, el mar, tiburones y un barco. Tu recuerdo también debe ser una señal para no olvidar tu compromiso con Dios. Si no la tienes es urgente que inicies una reunión de oración, de comunión profunda cada día con Dios, nuestro Padre, procura hacerlo y verás los resultados.

Dale gracias frecuentemente por tu salvación, y por tu nueva vida en Cristo.

Lee Apocalipsis 2:17, Juan 1:12-13