LA PRESENCIA DE CRISTO PRODUCE MILAGROS.

“Oh, si tu mano estuviera conmigo” Jesús prometió en Mateo 28:20 “… les aseguro que estaré con ustedes siempre…” Nunca nos quejemos que no tenemos la ayuda de Él y tampoco decir: no puedo hacerlo, no tengo la capacidad, no tengo la oportunidad. Dios quiere oír eso en tu oración, para que su poder y providencia se hagan manifiesto  (Filipenses 4:13) “Quién me da fortaleza y poder para realizar cualquier cosa” (LBAD).

SEGURIDAD ANTE LA REALIDAD DE CADA DÍA.

“Oh si me guardaras del mal” o “me libraras del mal” para que no me dañe. “Ayúdame y líbrame del mal” (NVI) “y me guardarás de todo mal y del desastre” (LBDA). En la oración del Padre nuestro Jesús enseñó: “Mas líbranos del mal” (Mateo 6:13)  ¡Cuidado! con la tentación de codiciar el dinero, eso es una mala decisión y Dios lo reprueba; el resultado es que nos alejamos de Él por endiosar la riqueza.

LA ORACIÓN DE JABÉS FUE CONTESTADA.

“Y le otorgó Dios lo que pidió”, lo mismo puede hacer con nosotros. El profeta Samuel dice: “Dios honra a los que le honran “ (1 Samuel 2:30). La oración de fe es orar creyendo que recibirás lo que pides, según la voluntad de Dios y en el tiempo que Él quiere.

Lee 1 Crónicas 4:10