“Aparta el mes de aviv para celebrar la Pascua del Señor tu Dios, porque fue en una noche del mes de aviv cuando el Señor tu Dios te sacó de Egipto.”

Deuteronomio 16:1-8, Éxodo 12:14-20, Levítico 23:4-8, Números 28:16-25

Fiesta solemne la de la Pascua para Yehova, para recordar que con mano poderosa libró al pueblo de Israel de la cautividad en el país de Egipto, bajo el liderazgo de su siervo Moisés. Celebración según el mandato de Dios, “Este es un día que por ley deberán conmemorar siempre. Es una fiesta en honor del Señor, y las generaciones futuras deberán celebrarla” (Exodo12:14). Todo judío en donde habitara en el mundo gentil debería continuar celebrando la fiesta de la Pascua. Después de la destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén, año 70 de nuestra era, en la que los judíos se dispersaron por los diferentes países del mundo continuaron celebrando esta cena, hasta  hoy, como obediencia a Dios y a la Torá, la Ley dada por Dios a Moisés.

Jesús el Maestro y sus discípulos como judíos celebraban las fiestas incluyendo la de la Pascua. El relato que hacen los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas es muy significativo, cada uno complementa lo que sucedió esa noche en la ciudad de Jerusalén, Mateo en su Evangelio capítulo 26:17-30  sobre esta fiesta nos dice:

1) Que Jesús dio indicaciones para que sus discípulos prepararan la cena de la Pascua en casa de un amigo, después lo llamaron el Aposento Alto. Fue ahí donde celebró esta cena, la cual consistía de cordero asado, hierbas amargas y pan sin levadura. Recordando la liberación de su pueblo.

2) Nos dice el relato que después de haber cenado Él instituyó su Cena Conmemorativa, tomó pan y la copa de vino y la consagró. Les dio primero el pan, diciéndoles que simbolizaba su cuerpo que ofrecería por ellos. Después les dio la copa de vino, diciéndoles que simbolizaba su sangre ofrecida por ellos. Les pidió que cada vez que tomaran su Cena: Pan y Vino lo recordaran.

Continúa…

Lee Mateo 26:17-30