“Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas.

Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando esté en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes…”

Deuteronomio 6:4-9

Este es un pasaje del Antiguo Testamento que es fundamental para el bienestar espiritual y familiar. No sólo para la nación de Israel sino para todos los pueblos de la tierra. En la actualidad en el culto judío, lo repiten dos veces al día, conocido como el Shema, por la primera palabra hebrea que se traduce: “Oye o Escucha.”

LA DECLARACIÓN ES LA UNICIDAD DE DIOS V. 4 — Escucha, Israel. El Señor nuestro Dios es el único Señor”. Es el Dios que se reveló a Moisés y a otros personajes en la Biblia y es el mismo Dios que se revelaría en Jesús. El único Dios vivo y verdadero. El pueblo de Israel tenía que tener esto muy claro, porque en su época las otras naciones tenían otros dioses, practicaban un politeísmo. Esos ídolos no eran Dios, eran creación humana. El Dios de Israel y de toda la humanidad, es el único Dios.

NUESTRA PRIORIDAD EN LA VIDA ES AMAR A DIOS V. 5 — “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas.” En el evangelio de Mateo y Marcos aparece el diálogo entre los religiosos judíos y Jesús  le preguntaron: “Cuál es el mandamiento más importante,” —Jesús respondió: “El más importante es: Oye, Israel. El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Marcos 12: 29-30). Jesús agregó la palabra “mente”, es decir amarlo con inteligencia.

Continúa…

Lee Deuteronomio 6:1-5