“Sin leña se apaga el fuego; sin chismes se acaba el pleito. Los chismes son como ricos bocados; se deslizan hasta las entrañas. Como baño de plata sobre vasija de barro son los labios zalameros de un corazón malvado.”

Proverbios 26:20-23

Los proverbios de Salomón son muy prácticos para aplicarlos a la vida cotidiana. Algunos los expresa con sarcasmos y otros con una simpleza que hasta un niño puede comprenderlos. La verdad es que fue un hombre muy sabio porque Dios le concedió una inteligencia mayor al promedio de su tiempo y gran sabiduría.

El chisme es un comentario fuera de lugar en ausencia de una persona, es dar una información falseada o mal interpretada, no se verifica la veracidad y circula entre los conocidos o más allá; generalmente será de carácter negativo. El chismoso revela secretos, porque la murmuración es una declaración maliciosa, ideada, para hacer daño, lastimar, difamar y desprestigiar a la persona o a una familia. Otros lo toman como una manera de vengarse difamando a la persona en cuestión. Es tan malvada la murmuración y el chisme que afecta la amistad.

Salomón dice: “El perverso provoca contiendas, y el chismoso divide a los buenos amigos” (16:28). “El chismoso traiciona la confianza; no te juntes con la gente que habla de mas” (20:19).

Siendo el chisme y la murmuración un prejuicio y censura conlleva en algunos casos a la difamación. Lamentablemente las personas que reciben la información la divulgan en lugar de ser discretos y eso hace que un chispazo se convierta en una hoguera.

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