David fue el segundo rey que tuvo el pueblo de Israel, el primero fue Saúl. Él se suicidó cuando vio que tenía perdida la batalla contra los filisteos y que ya Dios había designado un nuevo rey. David murió en su vejez. Ambos personajes son un contraste. Saúl desobedeció a Dios y David siempre lo obedeció, de tal manera que fueron amigos.
A David le queda poco tiempo para morir por lo tanto hizo llamar a su sucesor, su hijo Salomón hijo de Betsabé. Las instrucciones de David al joven monarca son muy precisas para que su gobierno sea exitoso, hay advertencias, a tomar en cuenta por Salomón. David teniendo de rodillas a Salomón le dice:
- Cobra ánimo y pórtate como hombre. Sin entusiasmo no se logran los objetivos y la hombría indica valor para enfrentar lo desconocido, si tomáramos en cuenta este consejo nos iría mejor, porque hay personas que por envidia o por maldad quieren que no triunfes o por nuestro conformismo.
- Cumple los mandatos del Señor tu Dios. El éxito que tuvo David fue porque se sujetó a las indicaciones de los profetas de Dios, a sus mensajes, cumplió con los preceptos, mandamientos e instrucciones. Esto nos enseña el gran valor que tiene la obediencia a Dios, la importancia de su palabra la cual es un libro de instrucciones y hacer su voluntad. David le dice a Salomón que si lo hace prosperará en todo y Dios cumplirá su promesa, que nunca faltaría un sucesor en el trono de Israel su pueblo.
- Le recomienda que vengue las afrentas que le hicieron pasar sus enemigos.
- Que tenga misericordia por una familia que se comportó muy bien con él, dándole alimentos para él, sus hijos y acompañantes cuando huía de su hijo Absalón que deseaba matarlo para adjudicarse el trono de Israel.
El Rey David murió, dejó un legado de cuarenta años de servicio a Dios y a su pueblo, una vida brillante y próspera que favoreció a su pueblo teniendo una vida económica estable, un buen gobernante. Sus poesías, llamados salmos son excelentes, producto de su propia experiencia de sufrimiento o de alegría. A muchos les compuso música para ser cantados en la adoración y exaltación a Dios, aún lo usan los judíos, y las iglesias cristianas en este tiempo. Salomón conocido como el sabio, recibió una buena herencia de lo que es ser un buen rey, gobernante del pueblo de Dios.
Lee I Reyes 2:1-12