El apóstol Pablo afirma por experiencia propia: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (A los Filipenses 4:13). También tu y yo podemos usar esta palabra de convicción, porque todo es posible para los que creen y reconocen la participación del Altísimo Dios.

El Padre y su Hijo Jesucristo participan para el bien de los suyos, y la dirección de su Espíritu en nosotros nos dará su apoyo para lograr lo que nos propongamos. Todo depende de nuestra seguridad, decisión y entusiasmo.

Para finalizar el salmista David nos anima: “Que te conceda  lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes. Nosotros celebraremos tu victoria, y en el nombre de nuestro Dios desplegaremos las banderas. ¡Que el Señor cumpla todas tus peticiones!” (Salmo 20:4,5).

“Ni un paso atrás ni para agarrar impulso.” Que así sea. ¡Feliz Año 2025!

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