LA RESTAURACIÓN

No solamente Dios restaura los sueños, Él abre nuestros ojos de repente para ver como todas las cosas que hemos pasado, se han entretejido para hacernos más capaces de cumplir esos sueños. Repito esta palabra “todas”, incluye hasta las situaciones que son dolorosas o que parecen no tener sentido. Incluye también tiempo perdido en el proceso de esperar. Eso dice Salomón, ¡cuidado con el factor tiempo!

Cuando nuestros sueños son realizados a la manera de Dios, apuntan hacia Él y El se agrada de nosotros. Cuando los sueños se realizan a nuestra manera, la gloria es nuestra, aunque no debería ser.

Dios tiene que guiarnos por un camino que nos hace pensar que nuestros sueños se cumplirán, para que cuando suceda no tengamos ninguna duda en quien los dirigió.  El reto para nosotros es aprender a descansar en Él.

Hay un balance constante que tenemos que aprender, el saber que Dios hará que las cosas sucedan en su tiempo perfecto y a la vez luchar con Dios por lo que Él ha dicho y prometió. Salmo 37:4 “deléitate en el Señor y él te concederá los deseos de tu corazón”.

Por qué postergar el uso de los dones espirituales que nos dio el Espíritu Santo. No quiero sorprenderte o asustarte, pero todos tenemos que dar cuenta de nuestras habilidades y capacidades naturales o aprendidas, así también las habilidades espirituales, llamados dones. O si Él te ha llamado para un ministerio especial, tienes que realizarlo.

Sueña despierto, pero realízalos con la ayuda de Dios.

Lee Eclesiastés 3:11