Estuve leyendo sobre los sueños de los escritos del Doctor en Neuropsicología Javier Cabanyes. Dice que dormir no es sinónimo de inactividad. Cuando soñamos hay un reflejo bastante sugerente del modo de ser de cada uno. Las personas que son muy imaginativas tienden a tener sus sueños muy vivos y realistas, con muchas imágenes. Mientas otros tienen sueños muy vagos y poco precisos y tienen la sensación de no soñar nunca.

No todos los sueños tienen que tener un significado o interpretación. El factor determinante para la interpretación es que un sueño se repita, entonces ponen de manifiesto situaciones de estrés o conflictos de la infancia, hasta situaciones emocionalmente positivas que revivimos a través de los sueños. En los sueños se mezclan elementos del pasado y el presente. Estuve leyendo de algunos personajes bíblicos que soñaron y hubo otros individuos que interpretaban los sueños, es fascinante la técnica que usaron, tenían el don para interpretar, pero ellos le daban el crédito a Dios.

De ahí el título de esta reflexión: “soñando con Dios”.

Hay otro tipo de sueños que los pensamos, estando despiertos y los tenemos guardados.

Tengo tres amigos que no los he olvidado, aunque tiene algunos años que no los he visto, tengo comunicación con uno de ellos solamente por teléfono o correo.

El Primero, era un soñador, hizo que sus sueños se hicieran realidad en un esfuerzo y dependiendo de Dios. Los realizó en la Ciudad de México, en Oaxaca, en Tapachula, Chiapas y en otros lugares, emigró al norte y lo perdí de vista. En el avance del tiempo los descuidos son fatales. Seamos oportunos en el cuidado de nuestra salud física, mental y espiritual.

El segundo amigo, venía de la Ciudad de México para estudiar teología conmigo, una noche a la semana se escapaba de su jefe, su sueño era servir al Señor cuando se jubilara, gracias a Dios y a su esfuerzo lo logró, junto con su esposa establecieron una congregación en Tlaxcala capital, él es el pastor.

El tercer amigo, en su infancia no pudo disfrutar de su mamá, ni en ninguna etapa de su vida, su sueño era estar cerca de ella, en la ciudad donde él nació fue recluida en un hospital psiquiátrico, su esposo tratando de salvarla la trajo al mejor hospital psiquiátrico en la Ciudad de México, mientras él creció en edad, como joven se fue a Norteamérica, se realizó, vivía en El Paso, Tx. y por un golpe de suerte, se vino a vivir aquí a Puebla para ir frecuentemente a ver a su mamá, quien nunca lo reconoció, pero él la abrazaba, conversaba con ella, le enseñaba fotos de sus hijos, su sueño se realizó, estuvo aquí hasta que ella murió, él regresó a los Estados Unidos.

¿CUÁLES SON TUS SUEÑOS?

¿Alguna vez haz soñado algo, trabajando para lograrlo, lo has imaginado en su realización o proceso, pero no lo has logrado, por el contrario, lo has postergado y almacenado? O ¿Te has rendido porque no has podido iniciarlo, y lo has abandonado? Creo que a muchos en alguna ocasión nos ha pasado. 

Todos tenemos un lugar secreto en nuestra alma, donde soñamos quiénes podríamos ser o qué podríamos haber hecho, pero nuestro mayor obstáculo fuimos nosotros. El profeta Isaías dice: “El hará todas las cosas nuevas”, se refiere a Dios. La palabra “todas”, incluye todas las cosas viejas que hemos almacenado en esa caja secreta que tenemos y se ha llenado de polvo. Nuestros sueños guardados y aún nuestros dones guardados, Dios quiere hacerlos nuevos, pero depende de nosotros. Los sueños guardados tenemos miedo de compartirlos con alguien, o de esperar su cumplimiento, son los sueños de Dios para nosotros, porque Él planeó nuestra vida y espera su cumplimiento.

Continúa…

Lee Isaías 43:18-19