“Cual siervo jadeante en busca del agua, así te busca, oh Dios, todo mi ser. Tengo sed de Dios, del Dios de la vida.¿Cuándo podré presentarme ante Dios? ¿Por qué voy a inquietarme? Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza  y todavía lo alabaré. ¡El es mi Salvador y mi Dios! Me siento sumamente angustiado, por eso, mi Dios, pienso en ti.

Salmo 42:1-2, 5-6

La depresión se manifiesta con una profunda melancolía, sentimiento de tristeza, pérdida de interés, desesperanza. Experimenta la persona trastornos emocionales y físicos. Puede llegar a asociarse con pensamientos suicidas y malestar general. Hay depresión leve y depresión grave.

El salmista está en una depresión grave. Tiene sed de Dios para que lo ayude en esta situación que le ha provocado angustia y desesperación. Se hace preguntas y se responde así mismo. El considera que sobrellevar solo sus problemas es insoportable y no encuentra solución, pero deposita su esperanza en Dios, el Señor de la vida, consciente está que su vida fue dada por el Señor y solamente Él puede ayudarlo a solucionar lo que está padeciendo que cada vez es más grave porque se siente muy enfermo.

Al final del salmo, que es su oración, encuentra la victoria al declarar que irá al templo, hasta el altar para alabar y dar gracias.

Nosotros, en esa parecida circunstancia, primeramente debemos identificar las razones de nuestra depresión. Las causas pueden ser más de una: ataque del enemigo a través de alguien en quien hemos confiado. Puede ser que la causa es cansancio mental y físico. Porque nos sentimos solos, porque se ha llevado una vida desordenada y se cayó en el hastío u otras razones.

Podemos salir de la depresión buscando a Dios y derramar en Él nuestra depresión, lo que estamos sufriendo, confesar a Él nuestra culpa de cualquier pecado cometido. La ofensa que hemos hecho a otros, renovar nuestra esperanza en aquello que es útil para nuestra mejoría, como es el descanso, la reconciliación con los que te han ofendido o pedir perdón a los que has ofendido. El cambio de actividades es otra manera de ir saliendo de la depresión. Retomar los objetivos o metas o cambiar éstas para ser valorado por otros, porque se tiene habilidad y capacidad para alcanzar esos logros.

La realidad en esta tierra es que la depresión siempre aparece y no podemos evitarla, pero Dios puede ayudarnos una y otra vez y lograr tener un contentamiento efectivo y real.

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