La primera resolución fue: Un Corazón Enfocado, la segunda: Un Corazón Que Busca. Tercera resolución es:
Un Corazón Cuidadoso.
El sabio Salomón, nos da este consejo: “Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.” — Proverbios 4:23.
El corazón es un órgano de tamaño más o menos del puño de nuestra mano. Está compuesto de tejido muscular y bombea sangre a todo el cuerpo humano y a los pulmones dónde se oxigena y regresa al corazón. Los principales problemas cardíacos que desembocan en enfermedades, tiene que ver con:
(1) Fatiga del músculo cardiaco o mala irrigación sanguínea del corazón.
(2) Obstrucción de los conductos arteriales por depósitos de grasas u otros lípidos.
(3) Endurecimiento de las arterias por causa de la edad.
(4) Presión arterial anormalmente alta.
(5) Fallo cardiaco por problemas de conducción eléctrica en la musculatura del mismo. (Eso dice la Ciencia Médica)
Jesucristo dijo lo mismo que Salomón: “Cuida tu corazón porque de el viene la vida.” Hay doble enfoque en la palabra corazón, una es el músculo cardiaco. El otro es el ser interior del individuo. Dios, Cristo y los escritores sagrados lo usan con un propósito específico. Por ejemplo, Dios dice: “dame hijo mío tu corazón.” Se está refiriendo al alma del individuo o el ser espiritual (Proverbios 23:26). “… volver el corazón de los padres hacia los hijos”(profeta Malaquías 4:6). “Felices los de limpio corazón porque ellos verán a Dios”, “Donde esté tú riqueza ahí estará tu corazón” Jesucristo (Mateo 5:8; Lucas 12:34).
Nuestro corazón debe ser cuidadoso en todos los asuntos de la vida, aun en el amor debemos ser sinceros, sin hipocresía. En nuestras relaciones familiares y de amistad debemos amar con todo nuestro corazón. De esa manera, aún más profundo debemos amar a Dios, a Cristo y a su Espíritu. Debemos cuidar nuestro corazón como parte importante de nuestro cuerpo, también nuestro corazón espiritual.
Continúa…
Lee Lucas 12:22-34