Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se los he dado a conocer a ustedes. No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.

Evangelio de Juan 15:15-16

Amigo o amiga es una persona con la cual nos une un sentimiento fraterno de cariño y afecto. Construida esta amistad sobre la base de la reciprocidad y el trato continuo. Los valores de la amistad son: lealtad, amor, solidaridad, sin condiciones, sinceridad y compromiso. El sabio Salomón escribió: “En todo tiempo ama el amigo; y es más que un hermano en tiempo de adversidad” (Proverbios 17:17).

El Señor Jesucristo se expresa con mucha sinceridad al decirle a sus doce discípulos, eso incluye a Judas Iscariote, ya no le voy a llamar siervos, les llamaré amigos, porque como mis amigos les he dado a conocer todo lo que se de mi Padre se los he compartido. Además yo los escogí a ustedes y es mi deseo que produzcan buenos resultados que perduren. Se refería al servicio en favor de la gente necesitada de salud física o de otras circunstancias. Deberían hacer la obra del reino como Él lo estaba haciendo, hablar del reino de Dios y que la gente aceptara la buena voluntad de Dios de una relación con Él, y aceptaran la salvación espiritual, una nueva vida por medio de su Hijo Cristo. Les hizo una promesa: “Todo lo que pidan en oración al Padre se les concederá”.

Si ellos eran sus amigos, también lo serían de Dios. Dios desea nuestra amistad porque nos ama, pero nosotros debemos llenar las condiciones de amarlo, ser obedientes a su voluntad, ser leales, actuar con sinceridad, depender de Él como hicieron los discípulos de Jesús y fueron confiables después que resucitó. Él regresaba al cielo pero ellos realizaron el trabajo que les encargó, de llevar su amor, su enseñanza, su testimonio, su evangelio que es una vida nueva, la seguridad de la salvación del alma y la seguridad de vida eterna. Atrévete a tener una linda amistad con Dios y con Jesucristo. Solo confía y tú actúa en reciprocidad, vale la pena.

Lee Juan 15:9-16