“¿Quién es el que me ama? El que hace suyo mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él. El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él.”

Evangelio de Juan 14:21,23

Jesús está en el Aposento Alto celebrando la Pascua, es un ambiente festivo, pero para Jesús es una despedida. Predice su muerte una vez más, les da a los suyos ejemplo de humildad al lavar los pies de cada uno de ellos, en un momento de la cena predice la traición de Judas, eso lo entristece y sorprende a los once discípulos, Judas está ahí presente, pero ellos no perciben que él es el traidor hasta que posteriormente sucede cuando llega con la guardia del templo y otros hombres más al Huerto de Getsemaní. Mientras conversa con ellos, a la salida de Judas Iscariote, Jesús predice la negación de Simón Pedro, de inmediato el Maestro comienza con su discurso para consolar a ellos, porque Él se irá con su Padre. Les promete al Espíritu Santo para que esté con ellos y posteriormente en ellos; les promete que ellos lo seguirán después para que donde Él esté, ellos estarán con Él para siempre.

Jesús les hace la perturbadora pregunta. ¿Quién es el que me ama?, Jesús también necesitaba el consuelo de sus amigos, enfrentar la muerte no será nada fácil, necesita de la comprensión de ellos, aunque les advierte que ellos lo abandonarán, lo dejarán solo con sus sufrimientos. Jesús responde la pregunta, diciendo que, quien lo ama hace suyo sus mandamientos, y los obedece, enfatiza el que me ama obedecerá mis palabras.

¿Cuánto amamos a Jesús nuestro Salvador? Nuestra obediencia a sus mandatos y enseñanzas de manera total, el amor a Él se debe de demostrar con hechos, no solo con palabras. A Dios no le agradan los sacrificios sino la obediencia a Él y a su palabra. Hay una promesa de Jesús para los que verdaderamente lo aman. “El que me ama, mi Padre lo amará y yo también lo amaré y me manifestaré a él. El Padre y el Hijo haremos morada en él”. Esfuérzate en tu amor a Dios y a Jesucristo su Hijo y recibe la promesa.

Lee Juan 14:16-27