“Oren también por mí para que, cuando hable, Dios me dé las palabras para dar a conocer con valor el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas. Oren para que lo proclame valerosamente, como debo hacerlo.”

Efesios 6:19-20

Para una inmensa mayoría de cristianos, en particular en nuestra cultura políticamente correcta, hablar con un incrédulo sobre una relación con Cristo parece una tarea abrumadora e intimidante. El tiempo, la moda, los deportes, las noticias actuales. ¿Todo está bien Jesús? No tanto. Poner nuestro mensaje a la defensiva es una estrategia brillante y clara de Satanás para evitar que las personas oigan sobre la salvación. Sin embargo, tal vez tú te convertiste en cristiano por medio de alguien que estuvo dispuesto a correr un riesgo y acercarte a ti para compartir las buenas nuevas de Jesucristo contigo. 

El apóstol Pablo escribe:

“Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: «¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas nuevas!»”

¿CÓMO COMPARTO MI FE CON LOS QUE NO CONOCEN A DIOS?

La creencia clave de la eternidad que hay un cielo y un infierno y que Jesús regresará a juzgar a todas las personas y establecer su reino eterno es real. El destino perenne de las personas se basa por completo en que reciban el perdón de sus pecados por medio de Cristo. El ha proporcionado el camino de la salvación, pero las personas deben aceptarlo individualmente por sí mismas. El regalo es gratuito, independientemente de lo que hayan hecho. Nadie está por encima de recibir la salvación. Nosotros como sus discípulos estamos aquí pata hacerles saber a las personas mediante el modo de vivir nuestra vida y por las palabras que decimos lo que sabemos sobre Jesús.

Año tras año, década tras década las estadísticas acerca de cómo las personas llegan a la fe en Jesús muestran que una clara mayoría lo hace por medio de alguien que se interesa lo bastante para compartir la historia del evangelio. Las relaciones siempre han sido y siguen siendo el principal camino que Dios utiliza para llevar a las personas a su reino. Dios tiene un plan para salvar el mundo: su pueblo, nosotros.

Durante más de dos mil años el cristianismo ha estado a una generación de distancia de la extinción; sin embargo, el plan sigue funcionando. La fe avanza.

Lee Romanos 10:8-15