“Y después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará, los hará fuertes, firmes y  estables.”

1a. de Pedro 5:10

Es mi deseo que durante la semana, repitan tantas veces puedan hasta aprender ese versículo de memoria.

Has oído esta pregunta o te lo has hecho: ¿por qué tenemos que sufrir? Si te hacen esta pregunta, titubeamos en responder, si tú te lo haces hay ambigüedad o inseguridad en tu respuesta. Ahora esa pregunta como fieles discípulos de Cristo, tenemos que considerar si Dios solamente nos bendijera y nos quitara toda probabilidad de sufrimiento y pruebas, posiblemente sería una actitud rara e inconveniente de Dios. Esta no es la forma como Él actúa, Dios como Padre su anhelo es que acudamos a Él por amor no por conveniencia, tan solo por el deseo de buscarlo, de estar en su presencia en meditación o expresar nuestra alabanza.

Los tres amigos del justo Job: Elifaz, Bildad y Zofar, al saber de la desgracia que le sobrevino, de diferentes lugares llegaron a visitar a su amigo, al verlo de lejos rasgaron sus vestiduras, lloraron, se sentaron a cierta distancia de él, en la calle o en el patio donde Job estaba, tampoco lo saludaron, solamente estuvieron callados durante 7 días y 7 noches, solo estaban cerca de él para expresar su compañía y su actitud solidaria ante sus sufrimientos ¡qué actitud!  Es agradable estar con el Señor en actitud solidaria, por su amor a nosotros le desagrada que suframos, el sufrimiento no fue planeado por Él.

Continúa…

Lee 1 Pedro 5:10