Con estas palabras inicia el capítulo once de la Carta a los Hebreos:

“Ahora bien, FE es la plena certeza de que lo que esperamos ha de llegar. Es el convencimiento absoluto de que hemos de alcanzar lo que ni siquiera vislumbramos. Los hombres de Dios de antaño se destacaban por la fe que tenían.”

Hebreos 1:1-2

En este capítulo leemos que es un recuento de personajes sobresalientes que vivieron por fe y creyeron las promesas de Dios. ¿Por qué no actuamos como estas personas que fueron sencillas y comunes como nosotros en el vivir diario por fe y creer lo que ha prometido Dios para sus hijos? Cuando invertimos nuestro tiempo a los asuntos de Dios, cuando servimos en algún ministerio de la iglesia, cuando compartimos nuestra fe con nuestros conocidos y entregamos nuestros diezmos y ofrendas a Dios por medio de su iglesia, estamos actuando por fe y el Señor nos recompensará por todas las inversiones que hacemos en su favor, en su reino, y en la obra de Cristo. Él dijo: “Si Dios cuida tan admirablemente de las flores, que hoy están aquí y mañana no lo están, ¿No cuidará mucho más de ti, hombre de poca fe?

Por lo tanto, no te andes preocupando de si tienes comida ni de si tienes ropa. ¡Los escépticos son los que siempre andan Preocupados de esas cosas! Recuerda que tu padre celestial sabe lo que necesitas, y te lo proporcionará si le das el primer lugar en tu vida. No te afanes por el mañana, que el mañana está en manos de Dios. Confía, pues en Él.” (Mateo 6:30-34 La Biblia al Día).

Nuestra vida debe ser próspera en todo, comenzando con nuestra fe que es la que nos lleva hacia un futuro mejor, creceremos en el Señor, creceremos en nuestro trabajo, profesión o negocio, creceremos en espiritualidad y creceremos en bien del prójimo. Daremos por fe al ministerio de la iglesia. Reflexiona y te convencerás que la palabra de Dios es veraz.

Lee Hebreos 11:1-34