Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo

Carta a los Efesiosb4:31-32

En nuestras relaciones humanas, sean en la familia nuclear, o familiares, así como amigos o compañeros de estudio o de trabajo, se llega a tener diferencias de opinión o de incomprensión por algún asunto. Eso lleva al enojo, a la incomunicación o a romper relaciones. El apóstol Pablo escribe y aconseja a sus lectores que dejen a un lado lo que produce ese rompimiento de relaciones mencionando seis elementos negativos que deben evitarse y tres virtudes que ayudan a ser mejores, ecuánimes, pacíficos y perdonadores.

El Dr. Dick Tibbits, renombrado escritor dice lo siguiente: “Cuando perdonas al agresor, asumes la responsabilidad por tu respuesta a la ofensa; de esa manera también asumes la responsabilidad por tu vida. Tus acciones, no la del otro definen lo que eres. Debes decidir no darle a otros el derecho de definir quien eres. Mientras no tengas la responsabilidad por las acciones dañinas de otras personas, tienes la responsabilidad por lo que hagas después que alguien te dañe. Tienes la responsabilidad por tu vida, y lo que haces en respuesta al daño determinará la persona que llegues a ser.”

Cuando nosotros otorgamos el perdón a la ofensa o al daño que se nos ha hecho, imitamos a nuestro Padre Dios, quien nos perdonó a nosotros de todos nuestros pecados y de todas nuestras ofensas, solamente por los méritos de su Hijo Jesucristo, quien pagó con su vida todas nuestras aberraciones. Dice el escritor a la carta a los Hebreos 12:14 “Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”

Lee Efesios 4:29-32