La salvación cristiana tiene algunos efectos y significados:

1- Salvación de la enfermedad física (Mateo 9:21; Lucas 8:36). Dios desea rescatar al hombre en cuerpo y alma. Jesús sanó a mucha gente y continúa haciéndolo según la voluntad de Dios y por la fe de la persona. Y hemos sido testigos.

2- Significa salvación del peligro (Mateo 8:25; 14:30). No era que la salvación de Cristo le diera al hombre una vida libre de amenazas y peligros, sino que le daba algo que otorgaba seguridad a su alma, sucediera lo que sucediera. Y lo hemos experimentado. La salvación en Cristo hace a la persona segura, independientemente de cualquier circunstancia externa.

3- Significa salvación de la corrupción de la vida. En diferentes épocas el cristiano es salvado de una sociedad o generación corrupta y perversa (Hechos 2:40 “Sálvense de esta generación perversa”), el cristiano es protegido para que no se contagie del mal del mundo porque en nosotros hay temor de Dios y tenemos la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros. No somos perfectos, pero tenemos su ayuda para no quedarnos en la situación que hayamos caído.

4- Significa salvación de la perdición (Mateo 18:11; Lucas 19:10  “Jesús vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”). El que no tiene a Cristo en su vida está extraviado en el camino equivocado que lleva a la muerte del alma, y a la muerte eterna. El que ha sido salvo de ese camino errado está en el camino correcto. 

5- Significa salvación del pecado (Mateo 1:21). El hombre es un esclavo de un amo del cual no puede escapar. Es como una persona que sabe que anda mal físicamente pero no puede hallar la cura. Cristo nos libera del mal del pecado. El es la cura de nuestros males espirituales. 

6- Significa salvación de la ira de Dios (Romanos 5:9). Del juicio final, ahí será la condenación eterna.

7- Significa la obra de Cristo, su muerte y resurrección una salvación final. Encontramos una completa salvación en el futuro, cuando lleguemos al cielo y el triunfo final de Jesucristo cuando venga y venza a sus enemigos: el falso profeta, el anticristo y al demonio (Romanos 13:11; 1 Corintios 5:5; 2 Timoteo 4:18; 1 Pedro 1:5).

Cristo vino a un mundo necesitado y desesperado ofreciendo salvación, pero como dice Juan en su evangelio: su pueblo lo rechazó.  “más a los que lo recibieron a los que creen en su nombre les dio el derecho de ser llamados hijos de Dios” (Juan 1:12).

Continúa…

Lee Mateo 18:10-14