Por lo tanto, hablamos a otros de Cristo, advertimos a todos y enseñamos a todos con toda sabiduría que Dios nos ha dado. Queremos presentarlos a Dios perfectos en su relación con Cristo.

Apóstol Pablo a la Iglesia de Colosas

Nos toca a cada uno de nosotros, esforzarnos a extender el evangelio del reino, el evangelio de amor de nuestro Señor Jesucristo, a aquellos que viven sin esperanza, sin salvación y sin una relación verdadera con Dios por medio de Cristo y DISCIPULARLOS en las verdades de la palabra del Señor, para que puedan desarrollar su fe, crecer en el conocimiento de la Biblia y en la práctica de las disciplinas cristianas. Para que el enemigo de Dios y de Cristo Jesús, nuestro enemigo NO arrebate lo sembrado en el corazón de ellos. Todos nosotros los creyentes maduros debemos hacer las dos acciones: compartirles la palabra de salvación y discipularlos.

Te recuerdo el mandato de Jesucristo: “Por lo tanto, vayan y hagan DISCIPULOS de todas las naciones (razas, etnias), bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles (discipulado) a obedecer todo lo que le he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Evangelio de Mateo 28:19, 20).

Esforcémonos y trabajemos unidos para el Señor.

Lee Colosenses 1:28-29