“Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista. Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse.”

Hechos de los apóstoles 1:9-11

Impresionante para los discípulos de Cristo, eran más o menos 500 que estuvieron presentes en esa ascensión gloriosa del Mesías Yeshua (Cristo Jesús), rompió la ley de la gravedad y ascendió ante la mirada asombrosa de los presentes. No era el primero en ascender de manera visible, el primero fue Enock, después el profeta Elias. Todo por el poder del Padre celestial, quien es el hacedor de las leyes que rigen el universo, nuestro sistema planetario y este planeta en el que vivimos. Los discípulos no podían comprender esto, Él les informó que se iría de ellos para regresar al lado de su Padre, pero prometió que volvería cuando todas las naciones hubieran escuchado su Evangelio de amor y de salvación, en todas las naciones, en todos los idiomas, sin distinción de ninguna raza. En esos momentos dos varones angélicos corroboraron a los tristes y preocupados discípulos, que Cristo volvería a esta tierra de la misma manera como lo habían visto ascender. En otro pasaje de la Biblia dice que será en el mismo monte, todos los comentaristas de los Evangelios consideran que es el monte el de los Olivos. En el Evangelio de Marcos se menciona “que el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios” (16:19).

En cada época transcurrida siempre los seguidores de Cristo han estado en la expectación de que Él regresaría en su tiempo por las señales que ellos observaron y analizaron, pero no fue así. Él regresará en el tiempo establecido por el Padre, nuestra esperanza continúa.

Han transcurrido casi dos mil años de su ascensión y sus seguidores de este siglo veintiuno estamos expectantes, porque hoy, más que en otras épocas hemos visto acontecimientos de cumplimiento profético como señales de que su regreso está cerca más que en ninguna otra época de la iglesia, de su pueblo. Ahora si, es ya inminente. Podría suceder de un día para otro el traslado de la iglesia a las alturas para encontrarse con el Mesías, Señor y Salvador.

Continúa…

Lee Hechos 1:3-11