Evangelio de Juan 15

El ODIO DEL MUNDO 

Los seguidores de Cristo o su Iglesia, no tienen nada a fin con el mundo, o alguna camaradería entre ambos. Lo que leemos en este evangelio no es posible ser neutral, no hay posibilidad intermedia o eres de este lado o eres de allá.

Como lo veía el apóstol Juan, el hombre o mujer es del mundo o de Cristo y no hay un punto intermedio. En el tiempo de los apóstoles los seguidores de Cristo vivían bajo constante amenazas de persecución. Los persiguieron por causa de Jesús a quien reconocieron como el Mesías. El cristianismo era ilícito en todo lugar del imperio romano. Jesús fue muy sincero sobre este asunto. “Los expulsarán de la sinagogas; y hasta viene el día en que cualquiera que los mate pensará que le está prestando un servicio a Dios” (16:2).

Cuando Juan escribió este Evangelio, hacía mucho tiempo que había comenzado este odio. El gobierno perseguía a los cristianos porque éstos insistían en que no había otro rey aparte de Cristo, por este motivo eran perseguidos. Quien le da el primer lugar a Cristo en cualquier tiempo y lugar, sufrirá persecución, y desprecio. Es cierto que el mundo puede aborrecer al cristiano.

Cuando Juan habla del mundo se refiere a la sociedad humana que se organiza sin Dios. No se puede evitar que exista un abismo  entre el hombre que ve a Dios como la única realidad de la vida y que para quien Dios resulta ser inadecuado para su vida.

Continúa…

Lee Juan 15:18-25