CUARTO ARREPENTIMIENTO: Desearía Haber Tenido Contacto Con Mis Amigos Más Frecuentemente.
A menudo no nos damos cuenta de los beneficios de los antiguos amigos hasta las últimas semanas o días de vida y a esa altura no siempre es posible comunicarnos con ellos. Muchas veces somos absorbidos por el activismo y se nos pasan los meses o los años dejando a un lado a nuestros queridos amigos, nos lamentaremos y los extrañaremos en nuestra enfermedad o en la agonía. No les dimos el tiempo que ellos merecían.
El apóstol Pablo estando en la Ciudad de Mileto mandó a llamar a los líderes de la iglesia de Efeso quienes eran sus amigos, para aconsejarles y despedirse de ellos. Les dijo que él iba a Jerusalén y sufriría; en la playa, oró por ellos, estos lloraron y lo besaron porque ya no lo volverían a ver, lo acompañaron al barco y se fue (Hechos 20:17).
Jesús el Cristo amaba a sus amigos los discípulos, a sus amigas de Betania y a su hermano Lázaro, amó a otras amigas que lo sostenían en su ministerio y a los 12 discípulos, ellas aportaban dinero, tuvo otros amigos, les dedicó tiempo para conversar y convivir con todos ellos. En el Aposento Alto aunque triste disfrutó el compañerismo con sus amigos, lo mismo en el Huerto de Getsemaní. Era una despedida, y murió. Después que resucitó los busco, estuvo con ellos en diferentes lugares y ocasiones hasta que definitivamente se fue al ascender al cielo.
Abandonar a los amigos o no comunicarnos con ellos es algo normal para los ocupados, no tienen tiempo. Lo más importante en nuestras relaciones familiares y con nuestras amistades es ser oportuno corrigiendo ese descuido.
Continúa…
Lee Hechos 20:17-38