(b) Debemos rendir a Dios un culto comunitario.

V. 25  “No Dejemos de Congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos.” En el tiempo del escritor había algunos creyentes que abandonaban el hábito de congregarse para rendir culto con el pueblo de Dios, en la casa de Dios y en el día de Dios. Esos son los cristianos aislados, posiblemente por temor, por vergüenza, por pereza, por vanidad porque no necesitan de la iglesia o del templo, tal vez por fastidio porque el culto es aburrido, o por no tener que hacer contacto con otros creyentes que no son como él socialmente. Lamentablemente hay iglesias que son más club que iglesias. O tal vez los ausentes prefieren asistir a otra actividad de diversión. No se puede ser cristiano a escondidas, en secreto o indiferentes.

(c) “Sino anímense unos a otros, porque aquel Día se acerca” (v.25).

El escritor deja la impresión de que está preocupado de que los creyentes genuinos pudieran caer en el error de dejar de esperar la venida del Señor y se vieran tentados hacer a un lado su profesión de fe en Cristo. Debían tratar sus expectativas futuras como cosas ciertas “porque fiel es el que prometió” v.23, Si ellos se mantuvieran con fe, podrían ver que aquel día se acerca, algunos de ellos estaban seguros que en sus días, Jesús su Salvador y Señor regresaría de nuevo a la tierra, que ellos estarían para siempre con él.

Considero que hemos aprendido algo nuevo de la Palabra o hemos recordado lo que no debemos olvidar. Apliquemos estas verdades del pasaje bíblico y estemos observando lo que sucede en el mundo, así como la información que nos dan los medios, para ellos pasa desapercibido pero no para nosotros, reconociendo que estamos más cerca que aquellos cristianos de esta carta que el regreso de Cristo es inminente, él vendrá por su iglesia por medio del arrebatamiento. Cuando tomamos la Cena del Señor anunciamos, su muerte, resurrección y su segunda venida.

Lee Hebreos 10:19-25