Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia.

2a. carta del apóstol Pablo a Timoteo 3:15-16

Cuando el apóstol Pablo escribió esta carta al joven y discípulo Timoteo, al referirse a la Sagradas Escrituras se refería al Antiguo Testamento de nuestra Biblia, aún no se escribía el Nuevo Testamento, el cual lo reconocemos como la palabra de Dios, la revelación de Jesucristo. Desde que se escribió el Nuevo Testamento los judíos nunca lo aceptaron porque su énfasis es el Mesías Jesús al cual ellos reprobaron y nunca reconocieron que era el Mesías esperado por ellos, hasta la fecha continúa el rechazo por la gran mayoría de ellos.

El apóstol Pablo refiriéndose al Antiguo Testamento le da el título de Sagradas Escrituras, presenta su utilidad para los lectores, estudiosos, laicos o religiosos.

Primero dice que las Escrituras otorgan sabiduría para la salvación. Ellas nos guían al Mesías Jesús, creer en su palabra, su ejemplo, su vida, y su muerte en la cruz en favor del ser humano, así se obtiene la salvación y la vida eterna.

Es útil para enseñar. Es una gran verdad, porque en ella encontramos las instrucciones de Dios por medio de los escritores. Uno puede recibir beneficios para la toma de decisiones, mejorar la relación con Dios, y con el prójimo. Conocer el pasado del actuar de Dios, el presente y el futuro que espera a la humanidad.

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Lee 2 Timoteo 3:14-17