A la Constancia dice el apóstol, hay que añadirle:

DEVOCIÓN A DIOS

La Devoción a Dios: es la intimidad que debemos tener con Él por ser nuestro Padre. Hacerlo en oración y en el estudio de su palabra. La Devoción a Dios es la entrega a Él, es determinación de nuestra fidelidad al Señor, nuestro amor, aceptando su voluntad, también servirle en todo lo necesario.

A la Devoción a Dios, debemos añadir:

AFECTO FRATERNAL

Filadelfia es el término griego que se usa. En Estados Unidos hay una ciudad con ese nombre, la ciudad del amor fraterno, por cierto es una ciudad agradable. Este afecto es hacia los demás, en forma particular a los hermanos en Cristo, respetándolos y considerándolos en todo lo necesario. Este amor fraterno implica también compasión, orar por ellos en sus momentos difíciles. El Apóstol Pablo recomienda: “Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente” Romanos 12:10.  “Alégrense con los que están alegres, lloren con los que lloran. Vivan en armonía los unos con los otros” Romanos 12:15. ¡Que linda virtud! muy necesaria en nuestras relaciones cristianas.

Termina el apóstol Pedro con el Amor.

AMOR

Amar a todos nos ha afectado, porque el amor es una emoción perfecta, es el ágape de Dios, Su amor de El es perfecto hacia nosotros, el sacrificio de Su Hijo fue la más grande demostración. Debemos incorporarlo a nuestras virtudes. Este amor debe ser primero hacia Dios como Padre y debemos expresárselo. Amar a Cristo Jesús en correspondencia, porque El dijo: “nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”. Tampoco debemos olvidar al Espíritu de Dios, darle gracias por estar en nosotros y con nosotros expresándole nuestro amor.

Si aplicamos estas virtudes, tendremos mejor vida, seremos más felices y tendremos paz.

Lee Romanos 12:9-15