“Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina. Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque estas cualidades, si abundan en ustedes, les harán crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que sean inútiles e improductivos”.

2 Pedro 1:4-8

El Apóstol Pedro inicia en el versículo 5: “Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su Fe”:

VIRTUD

La virtud es una cualidad y disposición de la persona que en forma habitual hace lo bueno en toda circunstancia, realiza actos buenos en favor de otros, es  positiva, además es un principio moral. Somos virtuosos en algunas cosas pero debemos serlo en todo. A la Virtud hay que añadirle:

ENTENDIMIENTO

Es la capacidad de pensar y obrar con buen juicio, con prudencia, con sabiduría y con responsabilidad. El entendimiento viene de la inteligencia, el conocimiento, la experiencia, la sabiduría  y la iluminación del Espíritu Santo. Esto nos conduce a saber y hacer lo que es correcto; es necesario en nuestras relaciones humanas, con la familia, con otros con quienes convivimos o trabajamos. A veces erramos por falta de entendimiento. En algunas decisiones nos equivocamos por no considerar si son correctas o no y nos sucede por hacerlo con prisa.

Para ser entendidos necesitamos: Meditación, estudio en la Palabra de Dios y en la oración. Salomón en el libro de los Proverbios capítulo 2:6-9 dice: “Porque el Señor da la sabiduría, conocimiento y ciencia brotan de sus labios. El reserva su ayuda para la gente íntegra y protege a los de conducta intachable. El cuida el sendero de los justos y protege el camino de sus fieles. Entonces comprenderás la justicia y el derecho, la equidad y todo buen camino”.

Continúa…

Lee 2 Pedro 1:3-11