EL PECADO MATA LA VOLUNTAD 

Cuando el hombre se entrega a algunos placeres prohibidos, porque así lo desea, continúa con frecuencia porque no puede actuar de otra manera. Cuando algo se hace hábito no está lejos de hacerse necesario. Y cuando se hace necesario, la persona se convierte en su esclavo. Su voluntad es impotente, su capacidad moral muere. Es un esclavo del mal.

Ser adictos al mal es terrible. El apóstol Pablo dijo: “todo me es lícito, más no todo conviene, todo me es lícito, pero no todo edifica” (1 Corintios 10:23-26).

Permitamos al Espíritu Santo que nos llene y nos controle. Y luchar por ser mejores con la ayuda de Cristo quien es nuestra meta:  Ser como El.

Lee 1 Corintios 10:23-24 Efesios 2:8-10