“En Egipto el Señor habló con Moisés y Aarón. Les dijo: Este mes será para ustedes el más importante, pues será el primer mes del año. Obedezcan estas instrucciones. Será una ley perpetua para ustedes y para sus hijos. Cuando entren en la tierra que el Señor ha prometido darles, ustedes seguirán celebrando esta ceremonia.”

Éxodo 12:1,2,24-25

Esta fiesta de conmemoración la celebró Jesús durante su vida, la última celebración lo hizo en la semana de su pasión. Marcos en su Evangelio en el capítulo catorce lo registra (12-26). El cordero que sacrificaban las familias para la cena era el 14 de Nisan, en esa ocasión Dios sacrificaría el Cordero en favor de la humanidad. Juan el Bautista había declarado: “He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). El Cordero de la fiesta de la pascua recordaba la liberación de la esclavitud de los israelitas de Egipto y la liberación de la muerte del hijo primogénito de cada familia, en la última plaga.

“Cuando llegó la hora, Jesús y sus apóstoles se sentaron a la mesa. Entonces les dijo: He tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer, pues les digo que no volveré a comerla hasta que tenga su pleno cumplimiento en el reino de Dios. Luego tomó la copa, dio gracias y dijo: Tomen esto y repártanlo entre ustedes. Les digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios. También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo: Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí. De la misma manera tomó la copa después de la cena, y dijo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes” (Lucas 22:14-20).

Jesús murió en un fatídico viernes de la pascua. El apóstol Pablo declara a los creyentes corintios: “…porque nuestra pascua que es Cristo, ya que fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:7).

El calendario romano difiere del calendario judío, por eso en la mayoría de años no coincide la fiesta de pascua judía y la semana de la pasión, Roma cambió la fecha, porque la pasión de Jesús debe celebrarse en la semana de la pascua judía.

El pueblo cristiano evangélico adoptó esta semana, llamada “Semana Santa”.

En estos días demos gracias al Señor por nuestra salvación que Jesucristo logró con su muerte en la cruz.

Lee Lucas 22:7-20