Mientras tanto, el fuego se mantendrá encendido sobre el altar; no deberá apagarse. Cada mañana el sacerdote pondrá más leña sobre el altar, y encima de este colocará el holocausto para quemar en él la grasa del sacrificio de comunión. El fuego sobre el altar no deberá apagarse nunca; siempre deberá estar encendido.

Levíticos 6:12,13

La INTERCESIÓN nace en el mismo altar de Dios. Cuando un fiel seguidor de Jesucristo, sufre por lo extraviados que van por el mundo sin Dios, sin esperanza y sin Salvación, destinados por voluntad propia a una condenación eterna.

TUS FAMILIARES

Cuando tú y yo oramos por nuestros familiares que están en esa condición espiritual estás dando evidencia que amas al Señor tu Dios y al Salvador Jesucristo. El amor se traduce en actos de obediencia. “. . . Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan” (2 Pedro 3:9).

Por lo tanto interceder en favor de ellos es sumamente importante. El sacerdote tenía que mantener el altar encendido durante las veinticuatro horas. También nosotros debemos mantener ese altar de oración encendido en diferentes horas del día según podamos para que nuestros queridos familiares lleguen al conocimiento de Jesucristo y lo reciban como su Salvador y Señor personal, tengan vida eterna y se escapen de la ira futura de Dios.

Tal vez consideras que no eres la personas indicada para compartirles del amor de Dios y del Evangelio de Cristo, posiblemente si o posiblemente no, pero el Espíritu Santo oye tu oración de intercesión, Él pondrá el discípulo o creyente en Cristo adecuado. Lo importante es que Dios desea tu participación.

Continúa…

Lee 2 Pedro 3:8-9