Notemos también, que Jesús se refirió al amor al prójimo y en Éxodo 20 nos presenta ciertas consideraciones que debemos aplicar en nuestra relación con el prójimo. Debemos observarlas y llevarlas acabo.

Si los Diez Mandamientos son expresados en forma de negaciones, ello no se debe a que la religión cristiana tenga un carácter negativo, como muchos consideran; sino antes bien revela lo que es la naturaleza humana. Si Dios nos instruye a apartarnos del mal, es por causa de nuestra naturaleza pecadora, incapaces de hacer el bien. Pero hay un consuelo en todo esto, y es que esta ley moral nos conduce a un perfecto Maestro, Cristo Jesús, quien es el único que puede darnos fuerzas para apartarnos del mal y a su vez, hacer el bien a nuestro prójimo. Es importante y necesario que comprendamos el verdadero valor y propósito de la Ley de Dios.

Jesucristo la cumplió de manera perfecta, y es, así mismo, la única esperanza de salvación que tiene el ser humano y ayudarnos en la obediencia que Dios espera de sus hijos. Antes de dormir, es recomendable orar y decirle al Señor cuánto lo amamos y con gratitud por su amor a nosotros.

Lee Éxodo 20:1-17