Júzgame, Señor, conforme a mi justicia; págame conforme a mi inocencia. Dios Justo, que examinas mente y corazón, acaba con la maldad de los malvados y mantén firme al que es justo.

Salmo de David 7:8-9

Hay conceptos diferentes que las personas tienen de Dios. Unos piensan que Dios no castiga y tampoco juzgará a las personas violentas, asesinas, así como a ladrones, violadores, políticos y gobernantes corruptos, así como autoridades, jueces, etc. además, un sin número de otros delitos o males que los seres humanos hacemos en perjuicio de la familia, o de otras personas. En estos casos Dios puede enviar un castigo temporal a esta gente o les quita la vida repentinamente, además, el juicio condenatorio cuando la persona muera.

Por otro lado, hay otros que consideran que Dios es tan bueno que pasará por alto los delitos y pecados que comete el ser humano. La Biblia dice: “Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad. Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer. Se han llenado de toda clase de maldad, perversidad, avaricia y depravación. Están repletos de envidia, homicidios, disensiones, engaño y malicia. Son chismosos, calumniadores, enemigos de Dios, insolente, soberbios y arrogantes; se ingenian maldades; se rebelan contra sus padres, son desleales insensatos, insensibles, despiadados. . .” -Carta a los Romanos 1:18-32.

Dios juzga y paga conforme lo merecemos, pero también nos justifica por medio de su Hijo Cristo Jesús declarándonos inocentes otorgando para siempre su perdón.

Lee Romanos 1:18-32