Entonces se levantará Miguel, el gran príncipe protector de tu pueblo. Habrá un período de angustia como no lo ha habido jamás desde que las naciones existen. Serán salvados los de tu pueblo, cuyo nombre se halla anotado en el libro y del polvo de la tierra se levantará las multitudes de los que duermen, algunos de ellos para vivir por siempre, pero otros para quedar en la vergüenza y en la confusión perpetua. Los sabios resplandecerán con el brillo de la bóveda celeste, los que instruyen a las multitudes en el camino de la justicia brillarán como las estrellas por toda la eternidad.

Profeta Daniel 12:1-3

Las profecías de Daniel son impresionantes, algunas se aplican a su pueblo judío, otras para la humanidad. Daniel está muy preocupado por su pueblo, cuál será su futuro. El Ángel Miguel de parte de Dios le revela el futuro.

Vendrá el fin de la humanidad en lo que se conoce como la gran tribulación, en la que el pueblo judío y los creyentes no judíos o gentiles sufrirán gran persecución y morirán por parte del anticristo y sus aliados, pero que serán salvos si están inscritos en el libro de Dios, Jesús le llamó “el libro de la vida”, eso les dijo a sus discípulos que se alegraran porque sus nombres ya estaban registrados en ese libro. Los que están en Cristo, serán salvos de la ira venidera y del juicio final porque fueron inscritos en ese libro. Morirán físicamente pero resucitarán para entrar en el reino que Cristo establecerá aquí en la tierra por mil años, pero los que no están inscritos sean judíos o gentiles resucitarán también para condenación eterna.

Qué terrible será esa última etapa del mundo y de la humanidad, aún en esa tribulación tendrán la oportunidad de arrepentirse y de recibir la salvación de su alma, pero muchos no lo harán. Hoy es el día de la salvación. Asegúrate que tu nombre esté registrado en el Libro de Dios.

Lee Daniel 12:1-3