Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas. Se mantuvieron firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partímiento del pan y en la oración.

Hechos de los apóstoles 2:41-42

Después de 40 días de la ascensión de Jesús el Cristo al cielo, descendió sobre la comunidad de sus seguidores el Espíritu Santo y el apóstol Pedro expuso un mensaje convincente sobre la muerte de Cristo que por intrigas de los que formaban el Sanedrin judío, en forma particular los principales como Anás, Caifás sumo sacerdote y otros. Pero Cristo resucitó al tercer día por el poder de Dios. La multitud reunida sintieron que eran culpables de su muerte por causa de sus pecados, así que, a la invitación de Pedro se arrepintieron, recibieron el mensaje reconociendo a Jesús como el Mesías prometido a Israel. Fueron invitados a bautizarse en el nombre de Jesús como testimonio de su fe en Él, lo cual hicieron en ese mismo día.

Desde entonces el bautismo por inmersión es un testimonio de los que creen en Cristo, lo reciben como su único Salvador y Señor. Los bebés y los niños no pueden ser bautizados porque ellos no necesitan arrepentirse de sus pecados porque no tienen, después de los 10 años ya están conscientes de ser pecadores y necesitan una nueva vida en Cristo, ellos por lo tanto son candidatos a cumplir con el mandato de Jesucristo de ser bautizados.

Si tú ya recibiste a Cristo en tu vida y lo has reconocido como tu Salvador y Señor, debes obedecerlo bautizándote por inmersión, aunque de bebé te hayan bautizado a la manera tradicional de la religión.El bautismo es para pecadores arrepentidos. 

Lee Hechos 2:36-42