“Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente a mis consejos. No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. Ellas dan vida a quienes la hallan; Son la salud del cuerpo.”
Proverbios 4:20, 21
Cuán difícil era para los israelitas tener acceso a las Escrituras Sagradas, para meditar en ellas. Cuando el escriba o sacerdote leía al pueblo: la ley, los mandamientos, preceptos, y decretos ellos se aprendían de memoria algunos de los mandamientos, estatutos o enseñanza, para después repetirlo a la familia o a otras personas para meditar en ellas. Esto fue posible por la tradición oral exigida por los líderes.
En nuestro tiempo la Biblia está disponible en más de tres mil idiomas, sea completa o parte de ella, con la ciencia de la electrónica la gente ya tiene acceso a la Biblia y bajar la aplicación en cualquier dispositivo electrónico. Hoy más que nunca la Palabra de Dios es accesible para la gran mayoría de la gente y no hay ninguna justificación para leerla, para meditar en los pasajes preferidos, o aprender de memoria versículos, sus mandatos, instrucciones y enseñanzas.
Somos bendecidos como generación. La Palabra dice que debemos aplicar sus consejos porque ella trae vida y salud. Ciertamente nuestro espíritu, nuestra mente y nuestro cuerpo reciben salud al obedecer sus instrucciones. Jesucristo dijo: Ustedes estudian con diligencia las Escrituras, porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡ Y son ellas las que dan testimonio en mi favor.” (Evangelio de Mateo 5:39).
Acepta el consejo de leer tu Biblia y verás resultados en tu vida. (Puedes bajar la aplicación de la Biblia en YouVersion.com)