Pero, como estaba angustiado, se puso a orar con más fervor, y su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra.

Evangelio de Lucas 22:44

La angustia es “una emoción, sentimiento, aflicción, condición o comportamiento desagradable. Es un estado afectivo que implica sentimiento de miedo ante el peligro, la desgracia y la muerte.” Eso era la condición de Jesús en el huerto de Getsemaní por el inminente desenlace de su vida terrenal. Sus enemigos habían planeado su muerte, lo entregarían a los romanos quienes podían sentenciar y ejecutar a cualquier criminal, revolucionario o sedicioso y esos eran los delitos que el Consejo Supremo de los judíos lo acusaría. Además de estar infringiendo la ley de la religión judía, en forma particular el día sábado porque sanaba a los enfermos en ese día. Esa noche fatídica, Judas Iscariote uno de sus discípulos y amigo quien ya lo había vendido lo entregaría, sería arrestado por la policía del templo.

El tiempo avanzaba rápidamente Jesús volvió a postrarse para continuar orando para ser fortalecido, obedecer a su Padre enfrentando el sufrimiento, el juicio ante los líderes judíos, ante el procurador romano y la muerte cruel siendo crucificado. La angustia fue disminuyendo por el clamor que él estuvo haciendo a su Padre, cuando logró su propósito: “dejó de orar y volvió a los discípulos, los encontró dormidos, agotados por la tristeza. “¿Por qué están dormidos?” —les exhortó— “Levántense y oren para que no caigan en tentación”(Vv. 45-46). Todavía estaba hablando Jesús cuando se apareció una turba, y al frente iba uno de los doce, el que se llamaba Judas. Este se acercó a Jesús para besarlo, pero Jesús le preguntó: —”Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del hombre?””.

Jesús el Hijo de Dios nos da el ejemplo para que lo imitemos ante la angustia. Cuando esta llegue a nosotros debemos buscar la fortaleza en Dios por medio de la oración para recibir fortaleza así poder enfrentar el sufrimiento o cualquier situación que nos está afectando, tendremos la victoria como él la tuvo.

Lee Lucas 22:39-47