Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá.

Evangelio de Juan 15:7

Jesús, conversando con sus discípulos a quienes consideraba sus amigos, les hace esta declaración que Juan, uno de sus discípulos registró en su libro: “Pidan lo que quieran, y se les concederá”. Esta es una promesa fantástica, ¿cualquier cosa Jesús? ¿es esto verdad? Por su puesto que es verdad, quién lo declara es la verdad personificada, él había dicho: “yo soy la verdad”.

Con seguridad tú has dudado esta promesa, porque cuando has hecho tus oraciones o plegarias no has recibido lo que has pedido. Y si no me equivoco, es porque tú no lo sabías. Pues, Jesús el Cristo lo dijo tal como lo lees, “pidan lo que quieran y se les concederá”, ¿a quién debo dirigirme y pedir lo que estoy necesitando? A Dios el Padre, el proveedor de todo, el que todo lo puede. Para que esto sea efectivo, Jesús puso una condición, y frecuentemente al leer su declaración algunos se pierden la primera parte, él dijo: “Sí permanecen en mi y mis palabras permanecen en ustedes”, después hizo la promesa.

¿Qué significa permanecer? De manera literal, significa: mantenerse. El dice: mantenerte en mí, mantenerte cerca de mí, mantenerte conectado conmigo, depende de mí, apégate cerca de mí, apóyate a mí, intima conmigo, descansa en mí, todo esto es igual a: “permanecer en mí”. Cuando tu y yo nos comprometemos con la persona de Jesús, solo entonces tenemos el privilegio de pedir todo lo que necesitamos al Padre Dios en el nombre maravilloso de su Hijo Cristo Jesús, según su promesa: “Pidan todo lo que deseen”. Cumple su requerimiento y prueba tu fe en él y Dios te concederá todas las peticiones de tu corazón.

Lee Juan 15:5-8