Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote, que ha entrado en los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos la fe que profesamos. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Hebreos 4:14-15

Sorprendente experiencia la de Jesús el Señor, experimentó todo dolor físico, mental y emocional, esta es la razón de que Él sea nuestro ejemplo en todo y también empático con nosotros, comprendernos en las situaciones que enfrentamos. ¿Has sido traicionado? Jesús te comprende porque Él lo experimentó. ¿Has batallado con personas tóxicas? Jesús te comprende. ¿Has pasado por tiempos de tristeza? Él también las experimentó. ¿Has tenido ansiedad hasta llegar al más alto grado de angustia? Él la sufrió, y nos comprende. ¿Hay personas que te han desilusionado? Lo mismo le hicieron a Él. ¿Has tenido pérdidas? Cristo te comprende. ¿Has tenido que perdonar a los que te han ofendido o te hicieron algún mal? Jesús lo sufrió y perdonó, por eso nos comprende. ¿Te has sentido tan decepcionado que has deseado abandonar todo? Jesús pasó por ello y dijo: “Padre, ¿por qué me has abandonado?, pero logró la victoria en todo y aún más, que posiblemente no lo experimentemos, esto es; morir por amor.

Él cruzó el valle de sombra de muerte. Él murió, pero triunfó sobre la muerte y sobre todos los males que su enemigo el diablo lanzó contra él. Su comprensión por nuestras pruebas, tentaciones, males y sufrimientos, es una realidad y nos ofrece su fortaleza para ser victoriosos en todo. No te desanimes, no te estaciones en la tristeza y la incomprensión, acude a Cristo Jesús inmediatamente, porque Él te espera para sostenerte y te ayude en todo lo que necesitas, te dará su victoria.

Lee Hebreos 4:14-16