El 8 de agosto de 1950, Florence Chadwick, rompió el récord mundial cruzando a nado el Canal de La Mancha en 13 horas y 20 minutos. En 1951 cruzó nadando de Inglaterra a Francia en 16 horas. En otra ocasión nadó de la Isla Catalina hasta la costa de California, cuando llevaba 15 horas de nadar se formó una espesa niebla y se dio cuenta que no podía continuar por ese motivo. Había un bote a su lado siempre que nadaba para su seguridad y les dijo que no continuaría, la subieron al bote y cuando se levantó la niebla vio que estaba a solo una milla de la costa. Florence no podía creerlo y soportar que eso hubiera pasado. Así que se propuso en otra fecha intentarlo de nuevo. Así lo hizo, cuando se puso la niebla, recordó que la vez anterior estuvo tan cerca de la orilla, así que visualizó en su mente la orilla, se mantuvo nadando a pesar de la niebla y cubrió la distancia que faltaba para llegar a la costa de California. 

Cuando tú estás en problemas, en el tiempo de la prueba, o en esa lucha para lograr lo que te has propuesto imagínate la orilla, no te rindas aunque te esté siendo difícil de resistir o proseguir en esa lucha, recuerda que Dios está a tu lado para auxiliarte, no estás solo, Él espera que tu estés dispuesto a recibir su ayuda, aún en medio de la oscuridad que no te permite ver ese final contarás con su presencia y dirección.

Dios le dijo al líder de la nación de Israel, Josué  “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque yo soy el Señor tu Dios estaré contigo en donde quiera que vayas” (Libro de Josué 1:9).  El apóstol Pablo declara: “Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (carta a los Filipenses 3:14). No te desanimes tú llegarás a la meta, a la otra orilla, saldrás victorioso, pero cree en las promesas de Dios.

Lee Filipenses 3:12-14