“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma.”
Mateo 11:28-29
Debido a nuestra nueva identidad en Cristo, vivimos para expresar quienes somos en Cristo, no para demostrar quienes somos.
Debido a nuestra nueva identidad en Cristo, podemos enfocarnos en edificar a otros, no en derribarlos.
“Si alguien reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. Ese amor se manifiesta plenamente entre nosotros para que en el día del juicio comparezcamos con toda confianza, porque en este mundo hemos vivido como vivió Jesús. En el amor no hay temor,”
Mientras más sepamos y aceptemos quienes somos en Cristo, más comenzará nuestra conducta a reflejar nuestra verdadera identidad. Esto se traducirá en que no permitiremos que nada ni nadie devalúe quienes somos en Cristo.
Lee Mateo 11:28-30 , 1 Juan 4:13-16