Salomón, el consejero sabio, escribió el libro poético llamado Eclesiastés. ¿Quién es Eclesiastés? El término significa “hombre de asamblea o bien el hombre que convoca una asamblea o aquel que es su vocero, predicador o consejero sabio”.

El autor le habla a los hombres, a toda la humanidad, de todas las épocas, señalando la necedad del ser humano y su ignorancia caminando a buscar la sabiduría.

En el capítulo tres de su libro, solicita atención a sus lectores y reflexiona en el hecho del tiempo de vida, que cada uno de nosotros tenemos por la soberanía de Dios.

“Todo tiene su oportunidad; hay un momento en la vida para todo lo que nos sucede en esta tierra” (V. Libre).

Un tiempo para nacer, un tiempo para morir. Esta es la acción de Dios ineluctable e innegable, más enfáticamente; la muerte no se puede evitar.

Presenta el sabio algunos espacios de la vida que lo que buscamos trae resultados. También en algunos asuntos, lo que hacemos produce una reacción contraria.

En la filosofía de nuestra vida personal hay experiencias que nos hacen llorar y otras reír. En las primeras, es porque se sufren padecimientos que se soportan con resignación, nuestra paciencia es puesta a prueba y no hay alternativas que seguir, el mal está hecho; solo la Gracia de Dios nos sostiene. Jesucristo dijo que cada día trae su afán. Tenemos anhelo vehemente de lograr aquello, a veces sin lograrlo y esto trae más afán.

Vivamos en el nuevo año con entera libertad y en la victoria de Cristo, sonríe a la vida y vivamos en Cristo, porque en Él todo se puede para bien. Sonriamos a Dios para que cada día estemos en su voluntad.

Vive feliz en el año 2024, es una gran oportunidad para alcanzar los objetivos; porque… hay tiempo para todo.

Lee Eclesiastés 3:1-8