. . . Vayan y formen discípulos . . . A fin de capacitar al “pueblo de Dios” para la obra de servicio, para edificar el cuerpo (iglesia) de Cristo.

(Mateo 28:19; Efesios 4:12)

La formación de discípulos es lo que puede hacer la diferencia entre una iglesia local cuyas relaciones son de amor, alegría y de mutua edificación y una iglesia con problemas de relaciones humanas, tibieza e indiferencia hacia los demás. 

Desde el punto de vista bíblico, la formación del pueblo de Dios seguidores de Jesucristo, parte de la Gran Comisión. Jesús envió a sus discípulos no solo a predicar el evangelio del reino. Él estableció que tenían que hacer discípulos y eso es para todas las generaciones de seguidores suyos. Jesús sabía que, para asegurar la fidelidad de la iglesia a Dios, su compromiso con la gran comisión, la pureza de su mensaje, y su agilidad o prontitud en la tarea había que hacer discípulos. 

EL DISCÍPULO ES MUCHO MÁS QUE UN CREYENTE

El discípulo no solo recibe la vida de Dio, él aprende de su Maestro. Anhela ser como su Maestro. Y se propone serlo. Así Jesús se propuso abrir el corazón, pensamiento a ellos y les confió secretos de su reino. Los mismo hicieron estos apóstoles se esforzaron en la formación de discípulos, el más sobresaliente de ellos después de su conversión y llamamiento al apostolado fue Pablo de Tarso y desde entonces el crecimiento del reino de Dios es en base al discipulado de los nuevos convertidos. 

El pastor que se queja que no tiene quien le ayude en realidad no es culpa de la Iglesia, sino esforzarse en la capacitación o formación de discípulos para que sea capaces de formar a otros, y en la aplicación de los dones todos deben funcionar en los ministerios que se tienen o que se formen, y no solo que los creyentes asistan a una reunión dominical para adorar a Dios y oír su Palabra, esto no es el concepto del   Nuevo Testamento.

LA FIGURA BÍBLICA DE LA IGLESIA ES LA DE UN EDIFICIO QUE CRECE CONTINUAMENTE POR LA ACCION DE LAS PIEDRAS VIVAS (Discípulos) QUE SON A LA VEZ EDIFICADAS Y EDIFICADORES (1 Pedro 2:5; 1 Corintios 3:9-15).

OTRA FIGURA BIBLIA DE LA IGLESIA ES UN CUERPO Integrado por multitud de órganos, cada uno con función propia y coordinados por la cabeza (1Corintios 12:14).

La Iglesia es un organismo vivo. Es un conjunto de personas redimidas, motivadas, capacitadas y organizadas. Así hay plena participación en su destino. Y la función pastoral se encuadra en ese marco para hacer posible esa maravillosa dinámica.

Lee 1 Corintios 3:9-15