Este es un episodio importante en la evangelización o extendimiento del evangelio de Jesús, después de que Él ascendió al cielo. Veamos los personajes:

Felipe era uno de los 7 diáconos o varones escogidos para servir a las viudas en el tiempo de los apóstoles. Era un predicador o evangelista, su testimonio de su vida como seguidor de Jesús es muy evidente, porque no solo era un predicador itinerante con poder en el Espíritu, sino que tenía el don para sanar enfermos y hacer milagros en el nombre de Jesús.

El etíope era un alto funcionario de Etiopía, y de la reina de Candace, es un título dado a la realeza como reina madre. Este etíope señalado como eunuco, es decir un hombre castrado, pero muy temeroso del Dios de Israel, era prosélito del judaísmo, según el relato había venido para adorar en Jerusalén y a participar en alguna de las festividades.

Volvía a su país Etiopía, llamado Cus, es un país de África oriental. Nuestro relato dice que Felipe estaba predicando en una de las ciudades de Samaria y un ángel le dio instrucciones de ir hacia el sur para encontrarse con este etíope que iba en su carruaje, iba leyendo un pergamino del profeta Isaías, para nosotros capítulo 53, donde se refiere a los sufrimientos del Mesías. Felipe se acercó al carruaje y le preguntó al funcionario. ¿Acaso entiende usted lo que está leyendo? ¿Y como voy a entenderlo, si nadie me lo explica? Invitó a Felipe a subir a su carro y sentarse a su lado. El estaba leyendo: “Como oveja fue llevado al matadero; y como cordero que enmudece ante su trasquilador, ni siquiera abrió su boca. Lo humillaron y no le hicieron justicia. ¿Quién describirá su descendencia? Porque su vida fue arrancada de la tierra (53:32-33).“ Dígame usted, por favor, ¿de quién habla aquí el profeta, de si mismo o de algún otro.” Le preguntó el etíope a Felipe (v. 34). Desde este pasaje Felipe comenzó a explicarle sobre Jesús el Mesías (v.35) una semblanza de su vida, de sus enseñanzas, las obras que realizó, del rechazo de las autoridades de la religión judía. De sus sufrimientos y su muerte en manos de los Romanos a petición de los líderes judíos. Le dio testimonio de su resurrección.

Ahora nosotros lo sabemos. Se conoce como el Misterio de los siglos.

Continúa…

Lee el relato Hechos 8:26-35