Dirigiéndose a Josué Dios le dijo: “como estuve con Moisés, estaré contigo”.

Cuando Dios trató de convencer a Moisés, que fuera a liberar a su pueblo de la esclavitud que padecían en Egipto durante 430 largos años, Moisés tratando de evitar ir, una de sus preguntas a Dios fue: si me preguntan ¿quién me envió a libertarlos, qué respondo? Diles que te envío “Yo Soy El Que Soy”. Así que, Dios siempre es, Él es el mismo por los siglos y por la eternidad, eso es su aseidad, es decir, su existencia propia y es también su ubicuidad, porque su plenitud lo llena en todos y quien todo obra en todos. Su promesa al sucesor de Moisés, el servicial y moderado Josué es muy apropiado y justo de parte de Dios en el liderazgo encomendado: -Yo estaré contigo, como estuve con Moisés-. El éxito estaba garantizado, en verdad que así fue, Josué fue un eficaz líder de cien por ciento, fue obediente a las indicaciones de Dios, tenía conciencia de lo que tenía que hacer respecto al objetivo a lograr, la conquista de la tierra prometida, promesa que hizo Dios a los patriarcas y a sus descendientes. Se los repitió al pueblo desde su salida del país de Egipto

A veces tú y yo nos sentimos abandonados, parece que nadie nos comprende, nadie aparentemente valora lo que hacemos, nos sentimos defraudados y carecemos de estímulo, deseamos tirar la toalla y dejar todo, porque nos sentimos decepcionados de todos y de nosotros mismo. La depresión llega y se nos cierra el mundo, no podemos continuar. Hasta que recordamos esta promesa: “como estuve con . . . estaré .” Solo Dios nos puede decir esto, sólo el Dios eterno puede decirlo. -Estuve y estaré, fui y seré- El puede hacerlo porque es independiente en sus decisiones y acciones, además, Él lo puede todo. Por lo tanto, no te desanimes, no hay vuelta atrás, sigue adelante que Dios está contigo, y si muchos han tenido éxito en todo lo que emprendieron, es porque confiaron en Él y en su promesa. Atrévete y lo lograrás, satisfacción para ti y para Dios.

Lee Josué 1:5-9