“Pero que se alegren todos los que en ti buscan refugio; ¡Que canten siempre jubilosos! Extiéndeles tu protección y que en ti se regocijen todos los que aman tu nombre. Porque tu, Señor, bendices a los justos. Cual escudo los rodeas con tu buena voluntad.”

Salmo 5:11-12

Bajo circunstancias difíciles, los hijos de Dios, seguidores del Mesías Jesús de Nazaret debemos alegrarnos no por el sufrimiento o la adversidad sino por el Señor quien es nuestro refugio, los verdaderos discípulos debemos buscar refugio en Él. La oración del salmista está pidiendo con todo fervor que Dios extienda su protección.

A veces nos sentimos solos, desconcertados, ansiosos de ayuda oportuna y cuando nos llega esa protección del Señor nos sentimos fortalecidos y animados, porque ya no estamos solos en la tribulación. Expresamos nuestro gozo en el Espíritu Santo y debemos declarar nuestro amor a Dios, es maravilloso decirle que lo amamos por lo que Él es y por lo que significa para nosotros. Cuando acudimos a Él por medio de su Hijo Jesucristo nos bendice, con bendiciones espirituales, físicas y materiales. Además dice el salmista que el Señor nos protege con un escudo alrededor de nosotros, no hay nada que pueda traspasar esa protección, ni humana, ni espiritual maligna. Todo los que otros piensan mal de nosotros o nos lanzan maldiciones no pueden traspasar esa defensa, porque quien sostiene ese escudo que nos rodea, es nuestro Padre Dios y su maravillosa voluntad que es buena, agradable y perfecta.

No dudes, confía solamente en Él.

(Te pido que leas todo el Salmo para tu mayor edificación)

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