“He sido crucificado con Cristo , y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mi.”

Carta a los Gálatas 2:20

El Apóstol Pablo dice que los fieles cristianos o seguidores de Jesucristo, ya no vivimos nosotros en nuestro ser sino que Cristo vive en nosotros, porque fuimos crucificados juntamente con él, porque en esa cruz fueron clavados nuestros pecados, ahí fue clavada nuestra soberbia, nuestra raza “superior” o nuestra clase social alta. Pero gracias a la muerte de Jesús fuimos perdonados por la gran misericordia de Dios, nuestra alma fue salvada y nuestra vida encontró su propósito existencial, porque fuimos creados para gloria de Dios.

Recuerda ante el Señor todos somos iguales. Muchos somos pecadores arrepentidos e hijos de Dios por Cristo, y muchos otros son hijos del que robó su identidad, pecadores sin arrepentimiento, si perdón, lo cual implica que están bajo condenación y muerte espiritual, solo falta morir físicamente para recibir la sentencia del Juez Justo, junto con el usurpador.

Recupera tu identidad, recibe en tu vida a Cristo el Salvador y te dará una nueva identidad.

Lee Gálatas 2:17-21