El apóstol Pablo les escribe para fortalecerlos con su amor, y darles esperanza de que posiblemente en un futuro no muy lejano pueda ir a verlos (2:17-20).
“Ahora Timoteo acaba de regresar de Tesalónica con buenas noticias de la fe y del amor de ustedes. Nos dice que conservan gratos recuerdos de nosotros y que tienen muchas ganas de vernos, tanto como nosotros a ustedes. Por eso, hermanos en medio de todas nuestras angustias y sufrimientos ustedes nos han dado ánimo por su fe. ¡Ahora sí que vivimos al saber que están firmes en el Señor! ¿Cómo podemos agradecer bastante a nuestro Dios por ustedes y por toda la alegría que nos han proporcionado delante de él? Día y noche le suplicamos que nos permita verlos de nuevo y para suplir lo que les falta a su fe. Que el Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesús, nos preparen el camino para ir a verlos. Que el Señor les haga crecer para que se amen más y más unos a otros, y a todos, tal como nosotros los amamos a ustedes. Que los fortalezca interiormente para que, cuando nuestro Señor Jesús venga con todos sus santos, la santidad de ustedes sea intachable delante de nuestro Dios y Padre.”
1 Tesalonicenses 3:6-13
Entre las cosas que podemos aprender de lo que el apóstol Pablo les escribe, es que, en nuestra relación con Cristo debe haber:
AFECTO hacia otros. Siempre será verdad que nunca podremos conmover o ganar a otros para Cristo si no nos agradan aunque sean cercanos a nosotros. El hombre o mujer que comienza despreciando a los demás, jamás podrá ser usado por el Espíritu Santo para que obtengan su salvación. Es muy importante el afecto o cariño sincero a nuestros familiares, amigos y conocidos.
También:
HAY ANSIEDAD. Cuando uno ha puesto lo mejor de sí mismo en algo o en alguien. Está ansioso por conocer cómo la obra de su mano y de su cabeza recibe la prueba o las situaciones adversas. Si esto es verdad de las cosas, es mucho más verdad de las personas. Cuando un padre ha educado a su hijo en el amor y en el sacrificio, está ansioso cuando ese hijo tiene que enfrentar dificultades o cuando logra una meta hay una emoción grande y satisfactoria. La gloria del maestro está en los buenos alumnos, la gloria de los padres en hijos obedientes, la gloria del cristiano en sus discípulos, la gloria del pastor en sus exitosas ovejas. Cuando un pastor recibe a una persona por primera vez en el templo y toma una decisión sincera por creer y seguir a Cristo, está ansioso de ver cómo esa persona soportará las pruebas, tribulaciones y tentaciones. Aún en aquellos que tienen algunos años de cristianos. Esto se aplica en grado muy alto a Jesucristo. El arriesgó todo por los hombres y los amó con amor de sacrificio, El vigila ansiosamente para ver qué uso hacen sus seguidores de ese amor. El observa como estamos caminando en la vida que nos ofreció, porque fuimos nosotros que tomamos la decisión de seguirle. Uno debe mantenerse con temor y humildad al recordar que en la tierra y en los los cielos hay quienes nos llevan en sus corazones, contemplan cómo nos conducimos. También incluyo a nuestros conocidos, familiares, amigos y creyentes que nos observan.
Continúa…