Porque el mensaje de la Cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir para nosotros, este mensaje es el poder de Dios.

1 Corintios 1:18

“Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, frustraré la inteligencia de los inteligentes” ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el erudito? ¿Dónde el filósofo de esta época? ¿No ha convertido Dios en locura la sabiduría de este mundo? Ya que Dios, en su sabio designio, dispuso que el mundo no lo conociera mediante la sabiduría humana, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicación, a los que creen. Los judíos piden señales milagrosas y los gentiles buscan sabiduría, mientras que nosotros predicamos a Jesús crucificado. Este mensaje es motivo de tropiezo para los judíos y es locura para los gentiles, pero para los que Dios ha llamado, lo mismo judíos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios. Pues la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza humana.” 

En el tiempo cuando vivió Jesús, la crucifixión era una muerte cruel y vergonzosa. El imperio Romano adoptó la crucifixión de los griegos. Roma lo tenia como pena capital solo para los extranjeros, para los criminales y los esclavos, nunca para los ciudadanos romanos. Es posible que el apóstol Pablo tuviese presente en su pensamiento estos antecedentes, cuando escribe sobre la humillación de Cristo, y enfatiza que “Jesús se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz”.

En esta carta a los creyentes de Corinto les dice que la cruz tiene un mensaje a partir del momento que Jesús fue clavado en una de esas cruces. Antes, la cruz no tenía ningún valor, era solo un instrumento de muerte. Fue la muerte de Cristo en esa cruz lo que le dio un valor diferente por la manera que lo hicieron, injustamente. Este mensaje del apóstol Pablo nos habla acerca de la razón que tuvo Cristo para ser crucificado y de su alcance mundial.

Continúa…

Lee 1 Corintios 1:18-25